Siendo preparacionista debes crear una rutina preparacionista para niños, así van aprendiendo de forma segura y sin miedo cómo actuar en diferentes ocasiones donde se necesitan ciertas habilidades. En ocasiones de emergencia los niños suelen alterarse y entrar en pánico. No entienden lo que está sucediendo y no saben cómo afrontar el momento.
Nuestro deber es enseñarles a actuar en diferentes emergencias como un incendio, un terremoto, un intento de robo, una huida, evacuación, etc. Siempre debemos mantener la calma y enseñarles en forma de juegos sin agobiarles ni obligarles. Es importante eliminar las obligatoriedades impuestas, el genio, los castigos y tener paciencia. Ya que estas actividades dependiendo del niño pueden provocar rechazo o miedo al principio.
En una rutina preparacionista para niños, la organización de las actividades destinadas a desarrollar tanto habilidades como hábitos reviste una gran importancia con el fin de mantener un orden y una rutina disciplinada. Es fundamental diseñar un horario que, junto con las actividades cotidianas, permita establecer una rutina más sencilla y eficaz. Fomentar que los niños perciban estas actividades como un juego resulta esencial. Con el tiempo, se les podrá explicar que se asemeja a la práctica de un deporte y a la adquisición de habilidades de seguridad.
Resulta fundamental que las tareas domésticas se aborden de manera conjunta y se les añada un componente divertido con el fin de evitar sobrecargar al niño. Este enfoque es especialmente relevante al introducir una nueva rutina en sus vidas. Es importante evitar cambios bruscos, ya que pueden generar resistencia, temor y rechazo por parte del niño. Se asemeja a cuando, de la noche a la mañana, le anuncias a tu hijo más pequeño que debe comenzar la escuela y ya no pasará todo el día contigo como antes. Esta situación puede resultar impactante para ellos si no se les ha preparado con anticipación para este importante cambio en sus vidas. Es fundamental incluir en la rutina momentos de relajación y estudio.
Enseñar al niño a utilizar un mapa, estudiar las rutas de evacuación o los mensajes de la familia puede ser una experiencia divertida y relevante. Este tipo de habilidades requieren paciencia, y suele ser más efectivo enseñarlas a niños mayores de siete años.
Diversión y tiempo para errar
Ofrece momentos de tiempo personal a tus hijos. Permíteles desconectar de todo varias veces al día y disfrutar a su manera. Te asombrará la capacidad que tienen para aprender por sí mismos sin darse cuenta.
Establece una hora fija para que se levanten temprano por la mañana, que podría situarse entre las 8:00 y las 9:00 a. m. o incluso antes. También puedes despertar a tus hijos en ocasiones antes del amanecer para que disfruten de ver el amanecer en familia; a menudo experimentarán emociones especiales al presenciar cómo el día comienza a iluminarse. Cada día, despiértalos de manera diferente, ya sea con el sonido de una trompeta, una canción que les guste, el aroma tentador de un delicioso bizcocho, un cálido beso en la frente, entre otras opciones.
EJEMPLO:
Haced el desayuno en familia, cada miembro deberá mantener una acción. Por ejemplo, La madre puede calentar la leche, el padre echar el cacao/café y servir el desayuno, el hermano mayor exprimir el zumo de naranja y el niño pequeño colocar las galletas y las servilletas. (Etc) Utiliza el tiempo para recoger, las limitaciones de agua o de alimento como un juego de vez en cuando. Y así con cada acción básica familiar. Incluida recoger la casa.
Juegos, retos y preguntas
En una rutina preparacionista para niños es imprescindible hacer retos, juegos de acampada, jugar en el barro, aprender en el huerto, cuidar animales… etc. Utiliza los juegos para que el niño vaya aprendiendo poco a poco. Que desarrolle más aún la capacidad innata que tenemos los humanos de superar obstáculos.
Preguntas que debemos incorporar a las actividades de preparación
1. ¿Qué harías en esta situación?
2. ¿Qué recursos tienes a tu alcance? ¿Que recursos te faltan?
3.¿Qué acciones son seguras y cuáles son peligrosas?
4.¿Hay trampas en tu zona? ¿Puedes esquivarlas ?
Desarrolla las preguntas junto con los peques en la actividad que estáis haciendo, y cuando terminéis vuelve a preguntar lo mismo pero de diferente forma. ⚠️ Permite que el niño se equivoque. Que pueda entender a su ritmo y busque una solución a tu pregunta.
Acción o Decisión
Cuando hayas llegado al punto complicado entre una acción o una decisión, ayuda al niño a entender lo bueno y lo malo de esa situación. Ten ingenio y que te demuestre la forma de salir de esa situación.
Por ejemplo / La familia no ha ido a comprar porque el huerto y las gallinas han dado suficiente alimento para dos semanas.
- El niño llevaba la cesta de los huevos, y se ha resbalado con el barro del huerto.
- Se han caído los huevos y ha destrozado la verdura. No se ha salvado nada
Ante una situación así, El niño debe buscar la manera de encontrar una solución a ese desafío. Y la familia debe ayudarle. Es importante no echarle la bronca o gritarle, porque ha sido una acción involuntaria. No ha sido su culpa.
Consejo:
Crea ejercicios de resistencia, natación, escalada, correr en el mar o en la arena, pescar en el río, jugar con la hierba, crear refugios, empezar a plantar. Y sobretodo enseñarle primeros auxilios. Da igual la edad en la que esté su hijo, siempre puede aprender algo nuevo sobre la salud y los materiales de cura. Parece una cuestión absurda pero muchos padres se olvidan de enseñar a sus hijos primeros auxilios. Y esto es un gran error.
🌿Y pasároslo genial, siempre con vuestra rutina preparacionista 🌿