Un pulso electromagnético nuclear (EMP) es un fenómeno que ocurre cuando una explosión nuclear genera una onda de energía electromagnética (EM) que puede dañar o destruir los sistemas eléctricos y electrónicos. Los EMPs pueden ser causados por explosiones nucleares tanto en la atmósfera como en el espacio.
Un EMP en la atmósfera se genera cuando una bomba nuclear es detonada a una altitud determinada, mientras que un EMP en el espacio se genera cuando una bomba nuclear es detonada en el espacio vacío. Los EMPs en la atmósfera son más difíciles de generar y tienen un alcance limitado en comparación con los EMPs en el espacio, pero ambos pueden causar daños significativos a los sistemas eléctricos y electrónicos.
Los efectos de un EMP varían dependiendo de la magnitud y la ubicación de la explosión nuclear. Los sistemas eléctricos y electrónicos más cercanos a la explosión serán los más afectados, y los daños pueden incluir la interrupción del suministro de energía, la pérdida de datos y el fallo de los equipos electrónicos a nivel profesional y personal. Los sistemas más grandes, como las redes de energía y las redes de comunicaciones, pueden verse afectados a nivel regional o nacional. Incluso puede darse el caso de que falle en diferentes zonas del país mientras que en otras zonas del mismo país no estén dañadas.
El mayor temor relacionado con los EMPs es su potencial para causar un apagón a gran escala.
Los sistemas eléctricos y de comunicaciones son esenciales para la infraestructura moderna, y un apagón a gran escala podría tener consecuencias devastadoras para la economía y la sociedad en general. Sin electricidad, las empresas no podrían operar, los servicios públicos se verían interrumpidos y la gente no tendría acceso a servicios básicos como agua potable y alimentos.
También tendríamos preocupaciones a largo plazo sobre, cómo un apagón a gran escala podría afectar a la recuperación a nivel regional, nacional o mundial. Sin electricidad, las reparaciones y las reconstrucciones serían significativamente más difíciles y costosas, y podría tomar años restaurar la infraestructura a su estado anterior. Además de la cantidad de gente que podría fallecer debido a la falta de asistencia médica, los altercados civiles… Y las revoluciones posteriores por los suministros más básicos.
Protección contra EMP
Para protegerse contra los efectos de un EMP, hay varias medidas que podemos tomar. La primera y más importante medida es la protección física de los equipos eléctricos y electrónicos mediante el uso de cajas o contenedores Faraday.
Asegurarse de que los sistemas eléctricos y de comunicaciones sean lo más resistentes posibles. Esto puede incluir la instalación de equipos y componentes de alta calidad, así como la implementación de medidas de seguridad adicionales.
Es importante tener suministros de emergencia y un plan de acción en caso de un EMP. Esto puede incluir tener suministros de comida, agua y medicinas almacenados. Así como tener un plan de comunicación para contactar a familiares y amigos en caso de una emergencia.
Un pulso electromagnético nuclear (EMP) es un fenómeno que puede causar daños significativos como un apagón a gran escala y las dificultades para la recuperación. A nivel nacional, es importante que las autoridades y los responsables de la infraestructura estén preparados para responder a un EMP. Pero por tu parte puedes proteger desde los sistemas mas esenciales que tengas a mano como juguetes eléctricos, teléfonos móviles, ordenadores, radios hasta vehículos.