En los últimos años, la industria alimentaria ha experimentado una transformación radical con la aparición de alimentos modificados genéticamente, mejor conocidos como productos alimenticios modificados genéticamente. Estos productos, que han comenzado a hacerse un hueco en las estanterías de supermercados en España y Europa, han generado una mezcla de fascinación y preocupación entre consumidores y expertos en salud. A pesar de su creciente presencia, estos productos no pueden llamarse «alimentos» en el sentido estricto de la palabra, y hay buenas razones para ello.
¿Qué Son Realmente los Productos Alimenticios Modificados Genéticamente?
Los productos alimenticios modificados genéticamente son alimentos que han sido alterados en su composición genética. Ya sea para mejorar ciertas características como el sabor, la textura, la durabilidad o la resistencia a plagas. Sin embargo, a diferencia de los alimentos tradicionales, estos productos han pasado por un proceso de ingeniería genética que los convierte en algo muy diferente a lo que la naturaleza podría haber producido por sí misma.
Entonces, ¿por qué no se les llama simplemente «alimentos»?
La razón principal es que estos productos no son alimentos en el sentido tradicional. Los alimentos, según la definición más aceptada, son sustancias naturales que los seres humanos consumen para obtener energía y nutrientes. Sin embargo, cuando hablamos de productos modificados genéticamente, hablamos de una intervención artificial que altera la composición natural de los alimentos. Esta intervención puede introducir elementos que no existían en la naturaleza, lo que los convierte en productos «alimenticios» y no en alimentos naturales. La distinción, aunque sutil, es crítica porque estos productos no siempre tienen el mismo perfil nutricional o de seguridad que sus contrapartes naturales.
Tipos de Productos Alimenticios Modificados Genéticamente Disponibles en España y Europa
La gama de productos alimenticios modificados genéticamente es amplia y diversa. A continuación, se describen algunos de los tipos más destacados:
1. Carne Impresa en 3D
En 2017, Patxi Larumbe y Daniel Rico se unieron para desarrollar tecnología para bio imprimir alimentos en 3D. Su empresa, Cocuus, ha logrado colocar en los supermercados productos como bacon y foie gras hechos a base de plantas. Utilizando técnicas de impresión en 2D y 3D que permiten reproducir la apariencia y textura de la carne. Aunque este avance ha sido aclamado como un gran paso hacia la sostenibilidad, es importante cuestionar si realmente se trata de una solución viable y saludable a largo plazo. La carne impresa en 3D, aunque visualmente similar, no puede replicar el valor nutricional ni el sabor genuino de la carne real. Dejando a los consumidores con un producto que podría ser más una ilusión que una alternativa real. Además, la dependencia de ingredientes como el guisante y el girasol para imitar la carne plantea preocupaciones sobre la verdadera sostenibilidad y el impacto ambiental a largo plazo.
Estas impresoras 2D y 3D utilizan células madre, restos de carne o ingredientes vegetales para imprimir carne falsa. A la que se añaden diversos saborizantes y aglutinantes para lograr la textura y el gusto deseados. Esto significa que estaríamos consumiendo un cóctel de sustancias, incluyendo aglutinantes, células madre, restos de carne o plantas modificadas genéticamente en laboratorio. Y, siendo sinceros, los cultivos modificados genéticamente van aumentando lo que nos lleva a cuestionar qué estamos realmente ingiriendo en estos productos artificiales. Sin olvidarnos de los pesticidas que se usan en el campo que se van acumulando en nuestro cuerpo al ingerir dichas plantas.
2. Carne de Plantas «Carne plant-based»
La carne de plantas, o carne vegetal, ha ganado popularidad como una alternativa sostenible a la carne tradicional. Estos productos se elaboran a partir de proteínas vegetales que se procesan para imitar el sabor y la textura de la carne. Ahora a estos productos alimenticios se los denomina «plant-based». Aunque en Europa y España este término hace referencia al menos por ahora (2024) a una dieta basada en plantas naturales limitando el uso de alimentos cárnicos.
La maltodextrina, un aditivo comúnmente utilizado como espesante, gelificante, estabilizador y conservante en una amplia variedad de productos alimenticios (alimentos modificados geneticamente). Incluidos suplementos energéticos, deportivos, medicamentos y, particularmente, en productos que simulan ser carne. Aunque proviene de plantas, la maltodextrina está altamente procesada. Para obtener este polvo blanco, los almidones se cuecen y se descomponen mediante la adición de ácidos o enzimas bacterianas termoestables.
Este ingrediente tiene un alto índice glucémico, lo que puede provocar picos en los niveles de azúcar en sangre. Por lo que las personas con diabetes deben tener especial cuidado con su consumo. Aquí radica una paradoja: a menudo se recomienda a las personas con enfermedades que adopten una dieta basada en plantas para evitar los picos de glucosa y sodio. Sin embargo, la gran mayoría de los productos vegetales procesados, como la carne falsa basada en plantas… Contienen ingredientes como la maltodextrina, que pueden causar efectos no deseados a largo plazo.
3. Frutas Modificadas Genéticamente
Las frutas modificadas genéticamente, como las manzanas que no se oxidan o los plátanos resistentes a virus, son otro ejemplo de productos que han sido alterados. Si bien estos cambios pueden parecer beneficiosos, el impacto a largo plazo de consumir frutas modificadas sigue siendo incierto. Y los consumidores deberían ser conscientes de los posibles riesgos. «Fruta y verdura alteradas en un laboratorio» implicando, en la mayoría de casos, la inserción de genes de un organismo a otro para producir una planta a la carta. Mayor tamaño, colores y sabores mas intensos o una mejor resistencia a los cambios ambientales. Incluyendo alargar la vida útil de la fruta o verdura seleccionada.
4. Peces Vacunados Genéticamente
En el ámbito de la acuicultura, los peces modificados genéticamente han sido diseñados para resistir enfermedades comunes. Lo que reduce significativamente la necesidad de usar antibióticos. Estos peces, también conocidos como peces transgénicos, han sido alterados en su ADN mediante ingeniería genética para mejorar diversas características. Un ejemplo destacado es el salmón AquAdvantage.
Sin embargo, el desarrollo de peces transgénicos ha generado controversia debido a los posibles impactos negativos en la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas acuáticos. En la actualidad, especies como la tilapia, la carpa, la trucha, el róbalo y el salmón están siendo modificadas genéticamente en varios países del mundo. En muchos casos, se están utilizando genes provenientes de insectos e incluso de humanos, lo que provoca cambios significativos y, en algunos casos, deformaciones. Estos experimentos, que parecen orientados hacia el futuro, a menudo se realizan sin gran publicidad, lo que genera inquietud sobre su seguridad y ética.
Particularmente, en Estados Unidos y China, se están llevando a cabo experimentos en los que se introducen genes humanos en carpas. Estas carpas genéticamente modificadas también incorporan genes de otras especies de peces. Lo que les permite mostrar un crecimiento acelerado y desarrollar una notable tolerancia a bajos niveles de oxígeno, permitiéndoles sobrevivir en ríos contaminados. Este tipo de modificaciones implica que, eventualmente, estos peces modificados podrían llegar al consumo humano, planteando nuevas preocupaciones. De manera similar, en India se están realizando investigaciones en las que se introducen genes humanos de hormonas de crecimiento en carpas.
5. ARN en Productos Alimenticios
ULa creciente proliferación de productos alimenticios elaborados con tecnologías de ARN, como los peces vacunados con ARN y las carnes falsas, debería preocuparnos profundamente. Estas innovaciones se promocionan como avances en la sostenibilidad y la salud, pero es esencial preguntarnos: ¿realmente entendemos sus efectos a largo plazo?
La manipulación del ARN en alimentos, como en los peces genéticamente modificados para resistir enfermedades, es una tecnología relativamente nueva. Aún no tenemos suficiente investigación sobre cómo estos productos afectan la salud humana. Existen serias preocupaciones sobre la posibilidad de que el ARN ingerido pueda influir en nuestra biología de formas que no comprendemos completamente. Abriendo así, la puerta a efectos secundarios imprevistos y potencialmente peligrosos (Nature).
En el caso de las carnes falsas, que a menudo contienen ingredientes como proteínas vegetales ultra-procesadas y organismos genéticamente modificados, la situación no es mejor. Muchos de estos productos están llenos de aditivos y elementos que podrían afectar negativamente nuestra salud, como problemas digestivos y desequilibrios hormonales (Amy Myers MD) (MDPI).
¿Dónde Se Pueden Encontrar Estos Productos en España y Europa?
Los productos alimenticios modificados genéticamente están empezando a hacerse un hueco en el mercado europeo, aunque su disponibilidad varía según el país. En España, algunos supermercados ya han comenzado a ofrecer carne vegetal y frutas modificadas genéticamente, mientras que otros productos como la carne impresa en 3D están en fase experimental o disponibles en tiendas especializadas. Aunque carrefour ya comercializa carne impresa en 3D creada por una empresa navarra que mencionamos en la sección «Carne de Plantas / Carne plant-based»
En el resto de Europa, la situación es similar. Países como Alemania y los Países Bajos han mostrado un mayor interés en estos productos, mientras que en otros lugares, como Francia e Italia, el escepticismo y la regulación más estricta han ralentizado su adopción.
Peligros y Preocupaciones de los Productos Alimenticios Modificados Genéticamente
Impacto en la Salud Humana
Los efectos a largo plazo del consumo de productos alimenticios modificados genéticamente son aún desconocidos. Algunos estudios han demostrado que pueden tener grandes consecuencias en un futuro cercano, como el aumento de alergias, sistema inmunológico deficiente entre otros. No hay datos suficientes para garantizar su seguridad a lo largo de décadas.
Resistencia a Antibióticos
Algunos de estos productos, especialmente aquellos derivados de animales modificados genéticamente, pueden llevar genes de resistencia a antibióticos. El consumo de estos productos podría contribuir al aumento de la resistencia a los antibióticos, una de las mayores amenazas para la salud pública global.
Impacto en el Medio Ambiente y La Ética
La producción de alimentos modificados genéticamente puede tener efectos adversos en el medio ambiente. Por ejemplo, las plantas modificadas para resistir plagas pueden afectar a otras especies no objetivo, alterando los ecosistemas naturales. Además, la liberación accidental de organismos genéticamente modificados en la naturaleza podría tener consecuencias imprevisibles y potencialmente irreversibles.
El uso de la ingeniería genética en animales plantea serias cuestiones éticas. Aunque la carne impresa en 3D y la carne vegetal prometen reducir el sufrimiento animal… La modificación genética de animales para la producción de alimentos sigue siendo un tema controvertido. Usan animales en experimentación modificando sus genes o incorporando otros. Sin poder llegar a predecir el sufrimiento o las mutaciones que pueden experimentar a la hora de modificarlos genéticamente.
Dependencia de las Grandes Corporaciones
El desarrollo y la comercialización de productos alimenticios modificados genéticamente están dominados por un pequeño número de grandes corporaciones. Esto crea una dependencia peligrosa, ya que estas empresas controlan gran parte del suministro alimentario global y pueden imponer sus propios intereses sobre la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Lo que podríamos llegar a percibir, si no lo es ya: Un monopolio